En un contexto de regulaciones nacionales e internacionales que buscan impulsar la economía circular y limitar el uso de plásticos de origen fósil, la creación de alternativas sostenibles en el sector textil como los marchamos fabricados con plásticos compostables como el PLA representa una oportunidad única de solucionar el problema de reciclabilidad que representan en la industria textil los marchamos de poliestireno (PS).
Contexto legislativo de los plásticos
Debido a las normativas establecidas a nivel europeo y nacional para restringir el empleo de plásticos en productos de un solo uso, multitud de compañías están desarrollando directivas internas enfocadas en la sustitución de este tipo de materiales.
En este sentido, en el Plan de Acción para una economía circular en Europa publicado en 2020, la Unión Europea estableció que en 2030 todos los envases existentes en el mercado comunitario deberán ser reutilizables o reciclables de una forma económicamente viable, incluyendo entre los segundos los compostables (reciclables orgánicamente). Del mismo modo, la Estrategia Europea para el Plástico en una Economía Circular y el borrador del Reglamento Europeo de Envases Residuos de Envases también marcan como objetivo que en 2030 todos los envases sean reciclables.
A nivel nacional, la reciclabilidad se especifica como obligatoria en el Real Decreto de Envases y Residuos de Envases de cara a 2030, en línea con los objetivos europeos. Queda patente, por tanto, que los envases que no sean reciclables o compostables estarán restringidos en el mercado a partir de la próxima década.
Debido a su tamaño, los marchamos de diferentes materiales plásticos no son reciclables. En estos productos, los materiales más comúnmente sustituidos son el poliestireno (PS), el polipropileno (PP), el polietileno (PE en alimentación) y el polietilentereftalato (PET). Debido a su denominación como plásticos, llevan a muchas de estas compañías a buscar su eliminación.
Ante la generalización del término “plástico”, en el que se engloban diferentes tipos de materiales sin diferenciar su procedencia o fin de vida, es preciso señalar que la denominación solo se refiere a la capacidad de un material de ser moldeado a voluntad bajo unas determinadas condiciones de presión y temperatura.
Por tanto, las normativas de sostenibilidad no son aplicables a todos los materiales que abarca el término “plástico” dado que su objetivo de reducción y eliminación se refiere a polímeros termoplásticos o termoestables basados en petróleo que no puedan ser reciclados. Estos objetivos se recogen de forma más específica en los artículos 55 y 56 del RD 7/2022. En concreto, este documento busca la reducción de la contaminación que provocan los plásticos no reciclables de origen fósil y, atendiendo a su fin de vida, propone como solución otro tipo de materiales como sustitutos, los plásticos compostables.
La definición de un material como compostable se refiere a que, debido a su naturaleza biodegradable, se descompone de manera natural bajo condiciones poco excluyentes en un periodo de tiempo determinando y corto. En el caso de los productos desarrollados por ADBioplastics, esta se produce con temperaturas superiores a 65 grados, más de un 40-60% de humedad y rodearse de material orgánico y microorganismos. No obstante, eso no implica que fuera de esas condiciones esta descomposición no tenga lugar, sino que se realiza en más tiempo.
Solución sostenible para sustituir el PS
En ADBioplastics hemos desarrollado materiales que ayudan a las empresas a cumplir con la normativaatendiendo, además, a factores de sostenibilidad económica y procesabilidad industrial. Específicamente, hemos desarrollado una amplia gama de materiales que pueden ser utilizados directamente en los procesos industriales de fabricación de marchamos solamente con una reducción de la temperatura de trabajo de la máquina.
El objetivo de esta solución es ayudar a las empresas en el cumplimiento de los reglamentos internos y externos en desarrollo sin perder productividad. Hemos desarrollado estos materiales como respuesta a la demanda percibida y porque los marchamos de PS no pueden considerarse envases reciclables hoy por dos motivos: su material y su tamaño.
En cuanto al material, el PS no es seleccionado de forma individual en las plantas de clasificación de envases (no es corriente propia como sí que lo son otros polímeros como el PET o el PE). Por ello, queda incluido en la corriente mezcla de plásticos y es enviado a recicladores, los cuales recuperan principalmente el PP. Por tanto, el PS no podría ser considerado reciclable de forma generalizada.
Respecto al tamaño, los elementos de envase de tamaño menor a 5 cm se pierden en las primeras etapas de clasificación de envases y en concreto, en el tromel. Esto se debe a la existencia de unos orificios de ese tamaño que tienen como objetivo la eliminación de sustancias o elementos no deseados como materia orgánica, teniendo como efecto colateral la pérdida de envases de tamaño reducido.
Ante la imposibilidad de clasificar como reciclables estos marchamos de PS surge la oportunidad de un cambio de material. La reciclabilidad se contempla en la Ley de Residuos y Suelos Contaminados para una Economía Circular como la transformación de los materiales para su fin inicial o para otros usos, incluyendo el reciclado orgánico. Por tanto, el reciclado orgánico, incluyendo la compostabilidad, se configura como una estrategia para poder alcanzar el cumplimiento con el objetivo de reciclabilidad.
Bajo esta premisa, la utilización de plásticos compostables, como los desarrollados por ADBioplastics, representa una solución viable para garantizar el cumplimiento del requisito de reciclabilidad.
El marchamo compostable es actualmente una realidad plausible y ha sido fabricado en serie con nuestros materiales en diversas empresas en el mundo, una de ellas en Barcelona. Para ello, disponemos de un material estándar que podemos ofrecer con disponibilidad inmediata. Entre sus ventajas, destacan que por tamaño nunca podría contaminar el circuito de reciclaje, y al perderse, debido a su biodegradabilidad, no generará nunca un residuo estable y problemático en el medio ambiente.
El empleo de materiales compostables en los productos de inyección en los que estos logran un adecuado desempeño derivado de sus propiedades mecánicas permite a su vez otro tipo de ventajas respecto al medio ambiente. Entre ellas, se encuentran la reducción de la huella de carbono de la compañía, tanto si utilizan como si no materiales reciclados, y, respecto a la comunicación, el posicionamiento de la marca como “ecofriendly”, aumentando la visibilidad de la estrategia de sostenibilidad.