ADBioplastics se dedica a los sectores de alimentación, cosmética y farmacéutica y resalta las oportunidades de la bioeconomía
Bioplásticos compostables de origen vegetal que son desarrollados en base a maíz, remolacha y caña de azúcar para sustituir a los plásticos tradicionales. Con ello, ADBioplastics fabrica botellas transparentes para zumo, otras con color para farmacia y bandejas para carne.
El CEO de ADBioplastics, José Manuel Suárez, asegura que se trata de productos “totalmente renovables y de origen agrícola”. “La particularidad que tienen es que son compostables. En una planta de compostaje, donde van a acabar todos los bioresiduos del contenedor marrón, de manera natural se descomponen. En seis meses, se convierte en agua, CO2 y compost, que es abono”, apunta.
“De esta forma, desaparece el problema de los plásticos derivados del petróleo, que acaban en el mar y de los microplásticos que están en el entorno, con consecuencias médicas negativas que todos conocemos”, sostiene Suárez.
Los productos de ADBioplastics son compostables y se desintegran en seis meses
En este contexto, precisa que su material compostable se desintegra al 90 % en seis meses, en condiciones industriales. Este proceso, afirma, ayudará a que los fabricantes de packaging cumplan la Directiva de reducción de plásticos de la UE fijada para 2030 y permitirá “hacer del mundo un lugar mejor para vivir”.
Por ello, desde ADBioplastics están desarrollando bioplásticos compostables en base a maíz, remolacha y caña de azúcar. De esta forma, obtienen botellas transparentes que parecen plástico para zumo de naranja, otras con color para píldoras de fármacos y bandejas para carne en supermercados para albóndigas y salchichas, explica.
Start-up surgida de Itene
La compañía es una startup dedicada al desarrollo y fabricación, a medida, de bioplásticos, la alternativa para sustituir los plásticos tradicionales y contribuir a un planeta más verde. Surgió del Instituto Tecnológico del Embalaje, Transporte y Logística (Itene) para aplicar la tecnología PLA-Premium, que permite desarrollar estos plásticos.
Esta tecnología está patentada y ADBioplastics tiene la licencia exclusiva para su explotación comercial a nivel mundial. De esta forma, la start-up ofrece un amplio rango de soluciones de bioaditivos y copolímeros, así como la posibilidad de analizar en sus laboratorios la performance de nuevos biocomposites desarrollados por otras empresas.
“Itene es un centro tecnológico valenciano de primer nivel. Apostó por la biotecnología y la economía circular hace muchos años. Lo que hacemos es explotar unas patentes que se desarrollaron en Itene, la investigación empezó hace algo más de 10 años. Estamos poniendo en mercado una investigación realizada en este instituto tecnológico, que ha apostado por la economía circular y por los productos sensibles con el medio ambiente”, ha explicado Suárez.
Suárez: “Ponemos en el mercado una investigación de Itene, que ha apostado por la economía circular”
La tecnología de la empresa, que se dedica a los sectores de alimentación, cosmética y farmacéutica, permite una mayor barrera de oxígeno y mayor flexibilidad. En la actualidad, el 70 % de su negocio está centrado en la alimentación. Sin embargo, puntualiza Suárez, para 2020 quieren centrarse en pharma. Para ello, están en trámites de las certificaciones pertinentes.
Respecto al volumen de negocio, señala que, al estar en fase semilla, para hablar de volúmenes necesitan la fase de escalado industrial. “Esta será una realidad, si todo va según lo previsto y conseguimos la financiación deseada de dos millones de euros, en el primer trimestre de 2020, cuando tengamos montada la fábrica industrial”, precisa. Además, añade que, de momento, la capacidad de producción para el próximo año será de 12 toneladas al mes.
Bioplásticos compostables de ADBioplastics | E3
Búsqueda de productos bio
En este contexto, el CEO de ADBioplastics destaca que la bioeconomía ofrece “un montón de oportunidades”. En concreto, apunta que los consumidores están concienciados respecto a las consecuencias en el medio ambiente de la industria química tradicional. “Esto lleva a que las cadenas de distribución de packaging de alimentación estén muy sensibles buscando productos bio, que no tengan consecuencias negativas para el medio ambiente. Produce la búsqueda de materiales nuevos, biomateriales como los que producimos”, precisa.
Además, añade que también favorece a la bioeconomía que la normativa de la Comunidad Europea sea “de primer nivel y con mucho empuje”. En este contexto, considera que la legislación europea está dificultando cada vez más el uso de packaging de materias primas derivadas del petróleo.
Suárez: “Las cadenas de distribución de packaging están muy sensibles buscando productos bio”
“Se van a ver muy limitadas en un futuro para cumplir con esta normativa. Estos dos condicionantes, llevan al mercado a buscar alternativas de bioeconomía, que hasta hace muy poco eran inviables, pero que permiten desarrollos comos los que nosotros tenemos”, celebra.
Condiciones para alcanzar la economía circular
En la misma línea, Suárez resalta que desde las instituciones se apuesta lo suficiente por la bioeconomía y cree que “hay una voluntad muy clara”. “La Unión Europea siempre ha tenido voluntad de llevar a cabo normativas que fueran líderes a nivel mundial y que otras zonas del mundo siguiesen y se implementara en todo el planeta”, precisa.
Así, considera que hay una normativa europea “muy ambiciosa”, Horizonte 2030, que cuenta con una norma sobre el plástico que “impone unas condiciones para buscar la economía circular”. “Está basada en que cualquier envase plástico para 2030 o es reciclable o reutilizable de una manera demostrable, o es compostable, alternativa que nosotros presentamos”, detalla.
Suárez: “La Comunitat Valenciana está en primerísima línea a nivel nacional en bioeconomía”
“Esto supone un cambio de primer nivel para la industria del packaging a nivel europeo y es muy ambicioso. Lo que ofrece esta normativa es un horizonte a largo plazo, como se sabe que se va a cumplir, impulsa que toda la industria lleve esa línea de desarrollo”, asegura el CEO de ADBioplastics.
Por otro lado, respecto a la Comunitat Valenciana, destaca que está “en primerísima línea” a nivel nacional en bioeconomía. “Itene es un buen ejemplo de instituto tecnológico que lleva mucho tiempo impulsando esta nueva bioeconomía o economía circular. Están creando patentes continuamente que están poniendo en el mercado y haciendo campaña de divulgación a nivel industrial. Además, dan servicios de desarrollo para gran cantidad de empresas de toda España, lo que está ayudando a potenciar esta nueva economía circular”, sostiene Suárez.
Esta entrevista ha sido realizada íntegramente por la periodista Irene Medina de Economía 3